- Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre “Hicimos lo que pudimos… pero nació vivo”.
- Mi mamá no sabía si quedarse conmigo o con la placenta.
- Como era prematuro me metieron en una incubadora… con vidrios polarizados.
- Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Así que en vez de darme el pecho, me daba la espalda.
- Es por eso que debo haber quedado petiso, tan petiso que en lugar de ser enano, soy profundo.
- Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban: “Señora, a su hijo ¿lo parió o lo tejió?”
- Mi padre llevaba en su billetera la foto del niño que venía cuando la compró.
- Pronto me di cuenta que mis padres me odiaban, pues mis juguetes para la bañera eran un radio y un tostador eléctrico.
- Una vez me perdí. Le pregunte al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres. Me contestó: “No lo sé; hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido”.
- Y para colmo era muy flaco, tan flaco que un día metí los dedos en el enchufe y la electricidad erró la patada.
A alguien le quedo el saco?
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